Epigmenio Ibarra: El ocaso de un propagandista apresurado y servil
Epigmenio Ibarra, el controvertido productor y comentarista, ha cerrado un ciclo en Radio Fórmula tras fungir como una de las voces más fervientes del gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación. Lo hizo en el programa de Ciro Gómez Leyva, donde, en lugar de despedirse con gratitud por el espacio otorgado, prefirió acusar al anfitrión de haber sido consumido por «la rabia». Un cierre acorde con el estilo que lo caracterizó: confrontativo, apresurado y lleno de excusas que enmascaraban la propaganda como análisis.
El nombre Epigmenio proviene del griego epeigómenos, que significa «apresurado» o «ansioso». Nunca un significado fue tan adecuado para describir a alguien. A lo largo de su participación en el programa, Epigmenio se mostró ansioso por justificar lo injustificable y por defender lo indefendible, a menudo sacrificando la objetividad en el altar de la lealtad política. Con una velocidad sorprendente para evadir las críticas y una oratoria que rozaba lo panfletario, su discurso era la personificación de la urgencia, pero también de la precariedad intelectual y moral.
De «resistente» a propagandista de lujo
Epigmenio siempre ha narrado su vida como si de una novela de acción se tratara. Según su propia versión, fue «peinado» por francotiradores, «fusilado» por ráfagas y emboscado en múltiples ocasiones. Sin embargo, el único «fuego cruzado» que parece haber enfrentado en los últimos años es el de las críticas por su constante defensa de un gobierno que, para muchos, ha hecho de la narrativa un sustituto de la realidad.
Quienes lo critican recuerdan que Epigmenio pasó de ser un productor que se proclamaba independiente a convertirse en uno de los principales beneficiarios del oficialismo. La cifra de 150 millones de pesos en crédito adjudicado directamente por Bancomext durante el sexenio de AMLO -durante la pandemia de Covid19- para sus proyectos audiovisuales no es un dato menor. Su «compromiso» con la 4T fue más lucrativo que ideológico, aunque él prefiera disfrazarlo de militancia.
Baja estatura, altos privilegios
La salida de Epigmenio de Radio Fórmula podría interpretarse como el fin de una etapa de servilismo disfrazado de debate. Más que aportar un análisis crítico o una reflexión profunda, su participación era un ejercicio constante de apología gubernamental. Su ataque final contra Ciro Gómez Leyva, acusándolo de haber sido «vencido por la rabia», es una muestra de la incapacidad de Epigmenio para aceptar que su estilo de argumentar nunca estuvo a la altura del espacio que se le otorgó.
La estatura intelectual, moral, social y política de Epigmenio Ibarra quedó evidenciada en cada una de sus intervenciones: pequeña, apresurada, ansiosa. En su afán por defender a toda costa al gobierno de lópezobradorista, olvidó que el debate requiere más que consignas y frases hechas.
Un legado en duda
¿Qué queda de Epigmenio Ibarra tras su salida de Radio Fórmula? Para algunos, sólo la memoria de un propagandista apresurado; para otros, una muestra más de cómo el poder corrompe hasta las convicciones más proclamadas. Lo que es claro es que, como su propio nombre lo indica, su historia reciente es una lección de cómo la prisa por servir a intereses particulares puede eclipsar cualquier reputación previa.
La pregunta final es si Epigmenio entenderá que su caída no fue provocada por la «rabia» de quienes lo cuestionaron, sino por la velocidad con la que sacrificó su credibilidad en nombre de la conveniencia.
La mejor noticia del día, Epigmenio Ibarra se va de Radio Fórmula.
De verdad, mi admiración y respeto a @CiroGomezL por aguantar más de 2 años al narcoproductor bravucón pic.twitter.com/JmUxL1xzqv
— Arturo Villegas (@ArturoVillegasQ) December 12, 2024
Por el respeto a esta libertad de todos, debemos informarte que Feeling.Mx y Radionautas.org se reservan el derecho a editar o publicar mensajes obscenos o bien que atenten contra la ley y la dignidad de terceros. ¡Gracias por tu aportación!
