No es una regla, pero la mayoría de la gente tiene un lado «B»; aquel que muestra su faceta más oscura y, en algunos casos, curiosa. En este conteo se encuentra Hitler, pero no por su participación en la exterminación de judíos, durante la Segunda Guerra Mundial, sino por haber sido evasor de impuestos.

Hitler. Fue el militar y político alemán más temido en la Segunda Guerra Mundial, que provocó el Holocausto. También fue un evasor de impuestos, según el sitio tipete.com. En su vida evadió recursos por 405 mil 500 millones de Reichsmarks, es decir, 6.3 millones de dólares en moneda de hoy. Al asumir su nuevo cargo recompensó al funcionario que le perdonó su deuda.

Winston Churchill. Fue estadista, historiador, escritor, militar, orador, ex-primer ministro de Gran Bretaña y hasta Premio Nobel de Literatura, pero también fue un hombre racista y clasista, como lo informa el diario El Clarín.

Frases que afirmó y ejemplifican su lado oscuro son: «No entiendo el malestar sobre el uso del gas. Estoy fuertemente a favor de usar el gas venenoso contra las tribus incivilizadas», dijo como presidente del Air Council.

Gandhi. Es reconocido en el mundo por su trabajo a favor de la libertad y la paz en la India, pero también se le reconoce que pese al celibato que prometió guardar para alcanzar un estado mental superior, dormía con muchachas desnudas, junto a las cuales experimentaba su entereza en la renuncia al placer, informó el sitio entretenimiento.latam.msn.com

Mientras se hacia más viejo, el tema del sexo era de lo que hablaba; se bañaba con adolescentes, se hacía masajear desnudo y compartía el lecho con una o varias de sus seguidoras.

George Washington. Militar y primer presidente de los Estados Unidos fue designado para tomar el cargo porque la gente confiaba y lo admiraba por ser un hombre honesto, pero engañó al Congreso para recibir cantidades de ingresos obscenas.

Al ejercer el cargo rechazó su sueldo de mil dólares mensuales y aseguró que guardaría una cuenta exacta de sus egresos. En ocho años, mediante la activación de un sueldo y teniendo una cuenta de gastos, en vez de recibir 12 mil dólares, se le pagó 449 mil 261.51 dólares, en 1780. (Alrededor de 4 millones 250 mil dólares actuales).

Martín Lutero. Inspiró la Reforma Protestante, pero en su lado oscuro se le caracterizó por ser un violeto antisemita.

En su Von den Juden und ihren Lügen (Sobre los judíos y sus mentiras), publicado en 1543, escribió que debían aplicarse contra los judíos acciones como quemar las sinagogas, destruir sus libros de oración, prohibir a los rabinos predicar, «aplastar y destruir» sus casas, incautarles sus propiedades, confiscar su dinero y obligarlos a realizar trabajos forzados o expulsarlos «para siempre».

Thomas Jefferson. Fue el tercer presidente de Norteamérica y autor principal de la Declaración de Independencia. Predicó contra los blancos que tenían hijos con negros, mientras que él hizo lo mismo y negó a su descendencia, según el diario El país.

El mandatario aseguraban que la fusión de los blancos con negros producía una degradación que no podía «inocentemente consentir», pero él tuvo varios niños con su esclava Sally Hemings.

Albert Einstein. Unas de las mentes más grande del siglo XX también tuvo su lado débil y fueron las mujeres. El hombre que pasó a la historia por su fórmula E=mc2 engañó a sus dos esposas en varias ocasiones, según la agencia Andina.

Después de divorciarse de su primera esposa, por infidelidad, él se casó con su prima, Elsa. En un volumen de cartas, en poder de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Einstein escribió acerca de seis mujeres con las que pasó tiempo y de quienes recibió regalos, mientras que estaba casado con Elsa.

Elvis Presley. El hombre que revolucionó la música y que volvía loca a las mujeres, tenía una obsesión insana con James Dean. Al querer sobresalir en la actuación y ser cómo el actor, Elvis sabía todas las palabras de los diálogos de «Rebelde sin una causa».

La obsesión de Elvis con Dean lo llevó a buscar intencionalmente a Nick Adams, amigo muy cercano de Dean antes de que él muriera, y hubo rumores de que Adams tenía una relación sexual con Dean y Elvis.

Andrew Jonson. Fue vicepresidente durante el gobierno de Abraham Lincoln, pero el día que tomó juramento de su cargo estaba completamente ebrio.

En la ceremonia se presentó ante el Congreso y la Corte con los ojos vidriosos y el olor a whisky, guardando la distancia que requieren sus posiciones hacia los plebeyos, por quienes sentía aversión. Luego besó la Biblia y juramentó.

Fuente: de10.com.mx

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