Moda sustentable: dándole un giro a la caña de azúcar
Estilo sostenible con impacto social. Ésta es la carta de presentación de Kanya, una marca de accesorios de moda y complementos textiles made in Filipinas, que ha desarrollado un material pionero y exclusivo en el mundo de la moda a partir del residuo de la caña de azúcar.
Diseños conscientes, delicados y minimalistas que no solamente innovan por la materia prima empleada, sino que lo hacen a través de un proceso totalmente artesanal, que minimiza el impacto medioambiental para dar lugar a una fibra textil vegana y ecológica.
Más allá de la sostenibilidad ambiental, este proyecto ve la luz como una forma de sostenibilidad social. Y es que Kanya amplía los usos de la caña de azúcar para impulsar el desarrollo económico y el empleo en Batangas, al sur de la isla de Luzón. Allí reside una comunidad campesina dedicada al cultivo temporero (seis meses al año) de la cañade azúcar.
Gracias a esta iniciativa, más de 40 personas pueden vivir de esta materia prima el resto del año, más allá de los meses de cultivo, con nuevos oficios y generando ingresos sostenibles y de calidad para ellos y sus familias.
Impacto 100% para el desarrollo local
Buscando nuevas formas de ayudar a estas comunidades dependientes de la caña de azúcar, Kanya inició un proceso de investigación con la ayuda del Philippine Textile Research Institute, entre otras instituciones, para experimentar y testar la viabilidad del desarrollo de un tejido a partir del bagazo (residuo) de la caña de azúcar.
Una vez confirmado, y gracias a un capital inicial de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAid) el proyecto pudo materializarse en 2018, a través de la construcción de un centro de trabajo cercano a los campos de caña de azúcar en Batangas. Allí, los campesinos y sus familiares se convierten en artesanos, recuperando no sólo el valor integral de la caña de azúcar, sino el legado de artes y oficios de una tierra creativa y trabajadora.
Kanya destina el 100% de sus ventas a generar enriquecimiento en esta comunidad, a través de la compra de materia prima a campesinos de la zona, formación y creación de empleo para las decenas de personal y artesanos contratados que intervienen en el proceso de elaboración de los complementos de la marca.
Bajo impacto para el medio ambiente
La producción global de caña de azúcar deja atrás millones de toneladas de bagazo cada año, un residuo natural cuya quema supone una importante contribución a la emisión de monóxido de carbono en la atmósfera.
Kanya ha encontrado un uso alternativo para estos residuos, dando lugar a este peculiar tejido natural.
El proceso de upcycling desarrollado por la marca, totalmente artesanal, ha conseguido obtener una fibra natural, robusta y duradera, de máxima calidad, hasta ahora pionera en el mundo textil. Además, el bagazo no solo es reciclable, sino 100% compostable y biodegradable. Una forma de volver a comenzar el ciclo y devolver a la tierra lo que ella nos ha dado previamente.
Un proceso de producción innovador y artesanal que mezcla, de forma pionera, residuo de caña de azúcar con algodón y abacá creando un tejido vegano y respetuoso con el medio ambiente. Este proyecto consciente creado por una española de origen filipino, amplía los usos de la caña como materia prima, mantiene viva la artesanía tradicional e impulsa el desarrollo económico de la comunidad campesina de Batangas.
Fuente: @cienciasambientales.com
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Temas: estilo de vida, medio ambiente, moda
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