La censura disfrazada de legalidad: Maduro y la suspensión de X en Venezuela | VIDEO
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha lanzado una nueva ofensiva contra la libertad de expresión al anunciar la suspensión de la red social X (anteriormente conocida como Twitter) en el país por un periodo de 10 días.
«¡Fuera X por #10Días de Venezuela! En nuestro país hay Constitución, Ley, Instituciones y Estado. 10 días para que presente sus recaudos. Qué se acaben los planes en redes para sembrar violencia, odio y de atacar a #Venezuela desde el exterior. El #PuebloVenezolano merece respeto», declaró en un mensaje a través de la misma plataforma que ahora busca silenciar.
¡Fuera X por #10Días de Venezuela! En nuestro país hay Constitución, Ley, Instituciones y Estado. 10 días para que presente sus recaudos. Qué se acaben los planes en redes para sembrar violencia, odio y de atacar a #Venezuela desde el exterior. El #PuebloVenezolano merece… pic.twitter.com/0EuMnQKtHH
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) August 9, 2024
Este anuncio, disfrazado de una supuesta defensa de la paz y la seguridad nacional, no es más que un claro intento de censura. En lugar de abordar las raíces de los problemas sociales y económicos que enfrenta Venezuela, el gobierno de Maduro opta por cortar el acceso a una de las pocas plataformas donde los ciudadanos aún pueden expresar sus opiniones, compartir información y organizarse para exigir cambios. La suspensión de X no es un acto de justicia, sino un golpe más a la ya frágil libertad de expresión en el país.
La excusa de que esta medida es necesaria para proteger al pueblo venezolano de la violencia y el odio generado en las redes sociales es tan engañosa como peligrosa. Es cierto que las redes sociales pueden ser utilizadas para difundir información falsa y promover el odio, pero también son una herramienta fundamental para la denuncia de injusticias, la movilización ciudadana y la visibilización de la realidad que enfrenta el país, una realidad que el régimen de Maduro preferiría mantener oculta.
Con esta decisión, Maduro busca consolidar su control sobre el flujo de información, asegurándose de que cualquier narrativa que desafíe su gobierno sea eliminada o silenciada. Este es un patrón que hemos visto repetirse en otros regímenes autoritarios: cuando las voces críticas se vuelven demasiado fuertes, la solución no es el diálogo ni la reforma, sino la censura.
La justificación de «presentar recaudos» en 10 días es una maniobra legalista que no oculta la verdadera intención detrás de la suspensión: callar a la disidencia y aislar aún más a Venezuela del mundo exterior. La pregunta que surge es: ¿qué sigue después de estos 10 días? La historia reciente nos muestra que las medidas temporales de censura rara vez se revierten completamente y suelen ser el preludio de restricciones más severas.
Es fundamental que la comunidad internacional y las organizaciones defensoras de los derechos humanos condenen este acto de censura y exijan la restauración inmediata del acceso a X en Venezuela. El pueblo venezolano no solo merece respeto, como afirma Maduro, sino también el derecho a expresarse libremente y a tener acceso a información sin censura.
Venezuela enfrenta enormes desafíos, y silenciar a su población no resolverá ninguno de ellos. La libertad de expresión es un pilar fundamental de cualquier sociedad que aspire a la justicia y la democracia. Maduro debe entender que la censura no es la solución, sino un síntoma de un régimen que teme la verdad y el poder de su propio pueblo.
#Maduro suspende a X por 10 días en #Venezuela.
El mandatario asegura que Elon Musk, propietario de la red social, promueve un "golpe de Estado cibernético" en el país.
Pese a la férrea censura, las denuncias de un fraude tras los comicios del 28 de julio inundan las redes. pic.twitter.com/32qEg1mfeA
— DW Español (@dw_espanol) August 9, 2024
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